Estudiando las relaciones entre el control de roedores y la biodiversidad de depredadores

En las últimas semanas un miembro de la asociación, Javier Fernández de Simón, ha estado colaborando en el seguimiento de diferentes especies en la ZELAC (Departamento de Doubs, Franco-Condado, Francia), que podría traducirse como la Zona Experimental para la Lucha contra la Rata de Agua (Arvicola scherman). Se trata de una zona donde en el pasado ha habido fuertes explosiones demográficas de este roedor, que puede causar importantes daños en los pastos y cultivos del centro de Europa. 

Mediante una serie de herramientas de gestión, la colaboración de los propietarios y diferentes entidades como FREDON (http://www.fredonfc.com/) y el Laboratoire Chrono–Environnement (http://chrono-environnement.univ-fcomte.fr/), se han conseguido reducir los daños en las explotaciones ganaderas y agrícolas.

Entre las herramientas se promueve la facilitación de la depredación mediante la colocación de perchas para las rapaces.

Una de las herramientas que pueden tener más controversia es el uso de rodenticidas anticoagulantes (principalmente bromadiolona). Por eso uno de los objetivos del seguimiento de depredadores diurnos y nocturnos que se ha realizado es esclarecer si el uso de los rodenticidas puede conllevar reducciones poblacionales en la abundancia de depredadores. La intoxicación secundaria de los depredadores se puede producir por el consumo repetido de ratas de agua sometidas al control con rodenticidas.

Este tipo de estudios es de gran interés no solo para esta zona sino para otras en toda Europa, donde los roedores pueden suponer un problema para las explotaciones. Este es también el caso de Castilla y León, en el centro-noroeste de España, con las plagas de topillo campesino (Microtus arvalis) que han comenzado a producirse en las últimas décadas.

Javier Fernández de Simón es personal de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Laboratoire Chrono–Environnement (UMR UFC/CNRS 6249 INRA, Université de Franche–Comté). Actualmente cuenta con una beca postdoctoral financiada por la Junta de Castilla-La Mancha y el Fondo Social Europeo.